sábado, 9 de diciembre de 2006


Después de 30 años...

La carta póstuma del Edecán de Juan Perón llega a destino

La misiva que el mayor Bernardo Alberte escribió al comandante del Ejército apenas horas antes de ser asesinado, en la madrugada del golpe del 24 de marzo de 1976, llegó a destino. Se entregó por la propia familia del militar, al actual jefe, general Roberto Bendini.


Una carta que el mayor Bernardo Alberte, Edecán de Juan Domingo Perón, escribió al comandante del Ejército apenas horas antes de ser asesinado, en la madrugada del golpe del 24 de marzo de 1976, llego destino con treinta años de atraso y fue entregada entregada al actual jefe, general Roberto Bendini.
La misiva será entregada por la propia familia del militar, quien fue Edecán de Juan Perón en 1955, en el marco de una reparación que incluye el ascenso post mortem y retroactivo al grado de coronel de quien, además, se considera que fue la primera de las miles de víctimas de la dictadura.La carta, dirigida a Jorge Rafael Videla, no llegó a ser enviada porque horas después de escrita una "patota" del ejército asaltó la casa de Alberte en la avenida Libertador 1160 y lo arrojó por la ventana del sexto piso, en presencia de su mujer y su hija menor.

Profectica Advertencia

En la carta, el militar retirado advirtió al inminente dictador sobre la responsabilidad institucional de la fuerza de muchos de los crímenes políticos que ya asolaban al país y pronosticó que, tras el asalto al poder, los militares "serán llevados a sustituir a los policías". "Podemos sentirnos deudores y herederos de tantos milicos que regaron con su sangre el suelo de América y de la Patria y no por ello atenuar el juicio sobre los oficiales cómplices, ejecutores y consentidores de vejámenes y torturas", escribió casi profético Alberte, de 57 años. Tras el crimen, la casa fue saqueada y robados, entre otros bienes, las cartas que le había enviado Perón entre 1966 y 1968, cuando lo designó su delegado personal y secretario general de movimiento justicialista durante la dictadura de Juan Carlos Onganía.En ese período se acercó a los grupos juveniles que comenzaba a radicalizarse, expulsó del peronismo a los sindicalistas "participacionistas" y auspició la creación de la CGT de los Argentinos.

Por milagro
La carta a Videla se salvó milagrosamente y será puesta en manos del ahora jefe del Ejército, quien junto a la ministra de Defensa, Nilda Garré, participará este martes a las 10.30 del bautizo de una plazoleta en el barrio porteño de Villa Soldati con el nombre de Alberte.En el acto participará también el general Juan Jaime Cesio, a quien le gobierno ascendió recientemente a general tras restablecerle el estado militar que había sido privado en 1977 por manifestar su apoyo al reclamo de los familiares de desaparecidos. "Esa era la carta que mi viejo escribió a la institución a la que el había pertenecido y creo que lo que allí dice, incluso en las actuales condiciones democráticas, tiene plena vigencia", dijo Bernardo Alberte, hijo del militar asesinado.

El "Yorma"

El lunes último, la familia de Alberte ya recibió en la Casa de Gobierno de manos del presidente Néstor Kirchner el charreteras de coronel y la copia del correspondiente decreto de ascenso post-morten, que el Senado deberá aprobar en los próximos días."El hecho de que el teniente coronel Alberte haya ofrendado su vida en defensa de la democracia constituye un acontecimiento extraordinario que debe ser recompensado como una especial distinción de los valores humanos y como ejemplo de generaciones futuras", reza el decreto 1788. Como edecán presidencial, Alberte organizó en junio de 1955 la defensa de la Casa de Gobierno durante el bombardeo a la Plaza de Mayo y fue pasado a retiro tras el triunfo de la Revolución Libertadora, que lo llevó a al cárcel de Ushuaia. Abanderado de su promoción en el Colegio Militar en 1939, no volvió al servicio activo y recién aceptó un ascenso reparatorio a teniente coronel del gobierno constitucional de Héctor Cámpora, aunque prefirió seguir usando públicamente el grado que ostentaba cuando era edecán presidencial y que le valía el mote de "el yorma", por aquello de que era un militar al revés.

Un documento político

Dos semanas antes de su asesinato, Alberte había sufrido un intento de secuestro de la Triple A, en el local de la Corriente 26 de Junio que acaudillaba, de donde si fue secuestrado el joven militante Máximo Augusto Altieri, luego asesinado. En la carta a Videla dio cuenta del hecho, reprobó la calificación de los "muertos deseables e indeseables" y denunció que "negamos por boca de generales de la Nación, la democracia". "No existe la continuidad histórica que iguale a todos los militares a través del tiempo" ya que "los méritos de San Martín no apañan a Quaranta, ni Fernández Suárez infama a Belgrano, Dorrego o Güemes. Podemos admirar al almirante Brown y negar al mismo tiempo a Rojas y a Benigno Varela", escribió en este verdadero testamento político.

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