jueves, 6 de diciembre de 2007

Práctica extendida a nivel mundial
Una de cada 10 personas pagó una coima el año pasado

La información se desprende del Barómetro Global de la Corrupción elaborado por Transparencia Internacional. Afirma que la institución pública más corrupta en todo el mundo es la policía.

Una de cada diez personas en el mundo pagó el año pasado un soborno, según el informe del Barómetro Global de la Corrupción, elaborado por Transparencia Internacional y presentado hoy en Berlín.

El documento incluye un estudio comparativo por sexo y edad, y determina que las mujeres son menos propensas que los hombres a pagar sobornos, lo mismo ocurre con los mayores de 65 años en relación con los de 30. Transparencia Internacional consultó a 63.199 personas de 60 países, y determinó que el 13 por ciento afirmó que el año pasado se les solicitó un soborno, el cual pagaron, para obtener servicios públicos, desde permisos a prestaciones jurídicas y sanitarias.

En Africa, ese porcentaje fue del 42 por ciento; en Asia y Pacífico del 22 por ciento, en Estados Unidos y Canadá del 2 por ciento, en el sureste de Europa del 12 por ciento y en Rusia, Moldavia y Ucrania del 21 por ciento. En América Latina el porcentaje de encuestados que tuvieron que pagar un soborno para obtener un servicio fue del 13 por ciento.
El informe anual confirma que la corrupción no sólo sigue formando parte de la vida cotidiana, sino que incluso aumentó en Asia, Pacífico y el sureste de Europa, afectando sobre todo a los más jóvenes y las personas con menos ingresos.

El informe también determinó que el grado de corrupción varía de un país a otro, pero coincide en que la institución pública más 'corrupta' es la policía: a uno de cada cuatro ciudadanos que tuvo contacto con ese cuerpo se le pidió un soborno, y uno de cada seis lo pagó.

La práctica del soborno también alcanza al ámbito judicial, servicios de registro y permisos, educativo, salud y los proveedores de electricidad, según el informe de Transparencia Internacional.

martes, 4 de diciembre de 2007


Escándalo en los Estados Unidos por una película que parodia al 11-S

Pasada de la raya para algunos y una muestra del mejor humor negro para otros, una película pone en el centro de la controversia el límite entre lo cómico y lo innecesario. El director alemán Uwe Boll fue quien se encargó de llevar a la pantalla grande su versión irónica de los atentados al World Trade Center.


Aunque Postal es una película cuya trama entrelaza distintos sketch, sin duda el referido al terrorismo y al accionar bélico del país del norte es el más impactante. Pese a que el trailer anticipa una típica comedia americana, la primera escena ya se filtró en Internet y la web estalló con comentarios.“Algunas comedias se pasan de la raya. Otras empiezan a partir de ahí”, anuncia la película en su video promocional.


Es que, por más que se apele al buen humor y la complicidad del espectador, hay cosas que rozan el mal gusto. La película se estrenó en Estados Unidos y no tuvo buena recepción aunque, según publica el portal 20 minutos, fue bien recibida en el resto del mundo. Todavía no se sabe la fecha de estreno en la Argentina.